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vermuconpapasfritas

De balances, reflexiones y aportes

x Ana Bajuk Böhm

El Ciclo de Profesorado de nuestra querida y particular facultad, la de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO es un logro conseguido después de mucha lucha y merece ser valorado como tal.

Una obviedad pero no por eso menos importante, es destacar que constituye una puerta para ingresar a la docencia en condiciones más sólidas y justas. No sólo porque tengamos el título bajo el brazo, sino también porque el tenerlo trae consigo una preparación presupuesta para ejercer la actividad docente.

En mi caso, comencé el ciclo hace tres años. En aquel momento inicié el cursado un mes después de presentar mi tesina final. Tres años después lo retomé. Esta decisión estuvo determinada no sólo por el interés en obtener el título de profesora, recibir la formación correspondiente, aprovechar la posibilidad de finalizar algo que había comenzado, sino también por otro motivo que tuvo mucho peso: sentí casi como un deber retomar y finalizar el Ciclo porque constituye una instancia de educación pública y gratuita, que todavía en nuestro país es buena y en algunos casos, continúa siendo mejor. 

El haber cursado en dos etapas distanciadas y el aún no haber rendido las materias (instancia que dada la modalidad de cursado considero de profundización de los contenidos), siento que todavía no me permite tener una mirada realmente integradora del proceso.

Sin embargo y a los efectos de este artículo realizo un balance sobre lo vivido durante esta segunda etapa de cursado, en lo que va del año.

Considero que los cambios, en muchas ocasiones, proponen desafíos. En nuestro caso, asumimos, una vez más, el rol de alumnos pero nos ubicamos en otro lugar porque la propuesta de formación es diferente a la anterior, con un sistema de cursado distinto, quizás ya con experiencias en docencia, además de un ritmo cotidiano con más responsabilidades, menos disponibilidad de horarios, etc. También implica para los nuevamente estudiantes el desafío de recuperar saberes adquiridos en la licenciatura y de abrirse a nuevos conocimientos que, en algunos casos, requieren de la capacidad de tomar distancia de algunos saberes y saber-haceres que traemos incorporados. En relación a esto, depende mucho de nosotros lo que podamos rescatar de lo que nos ofrece el Ciclo, sin olvidarnos que en el proceso enseñanza-aprendizaje el docente cumple su rol clave. Paradójicamente, en un espacio donde aprendemos a ser docentes, no todos los que tenemos delante profesan lo que el Ciclo propone. “En la variedad está el gusto” dicen, “de todo algo se aprende”, digo yo.

En cuanto a los espacios curriculares me referiré a Curriculum. Por un lado, pienso que actuó como movilizador en cuanto a la actividad docente. Los contenidos dados y la manera en que se organizaron constituyeron (al menos para mi)  un primer acercamiento a la praxis última del aula (entendida como nivel). Algo así como situarnos en el escenario de manera muy concreta.

Una respuesta reiterativa a distintas preguntas que surgieron durante la experiencia del cursado fue “eso lo van a ver en la Didáctica”. Creo que dada la relación entre estos dos espacios curriculares habría sido positivo cursarlos de manera sucesiva inmediata, teniendo en cuenta el interés y entusiasmo del grupo.

Por otro lado, en este espacio descubrí nuevas actividades que a futuro podría realizarlas como proyectos laborales: el análisis curricular (disciplinar en mi caso), y el análisis y diseño de materiales didácticos. Esto es netamente personal y surgió de mi propia aprehensión de los contenidos y el consecuente intercambio con la docente a cargo.

Por último, una reflexión que me surgió a lo largo de estos meses, a medida que realizaba valoraciones sobre cada cursado, sobre cada uno de los docentes que dictaron clases, sobre los contenidos propios de cada espacio y sobre la experiencia en general, es la enorme y real responsabilidad que implica ejercer la docencia.

El desafío de ser un buen docente y la constante búsqueda de sentido a esto. No sólo entendido el sentido en tanto razón y motivación de la actividad sino también lo que implica, lo que entendemos por ser un buen docente y cómo asumimos esa responsabilidad. Para los que creemos en el papel fundamental de la educación en nuestra formación como personas y ciudadanos, es menester tomarnos la docencia en serio y basta solo recuperar del archivo de la memoria todos aquellos docentes que dejaron una marca al pasar por nuestro camino.

Pienso que hay muchas cosas por mejorar en el Ciclo, hoy las expectativas están puestas en el nuevo trayecto de cursado que iniciamos. A seguir estudiando, trabajando y …..VERMU CON PAPAS FRITAS Y GOOD SHOW!

3 comentarios

Martín Elgueta -

Calificación de Ana Baruj

.- Avances sobre la Comunicación Social como tribu y territorio académico: se considera requeriría ser profundizado.

.- Avance sobre la experiencia en el profesorado: profundo y de interés.

CALIFICACIÓN: 8 ocho

Martín Elgueta -

Ana tu artículo recrea el momento fundacional del ciclo del profesorado, tu experiencia de cursado, los aportes que considerás más valiosos y las contradicciones de las prácticas docentes que señalas. Gracias por tu aporte.

Considero este artículo de sumo interés.

JUAN MA -

BUENA BAYUKA... GOOD SHOW... Y COMENTEMOS...